Un coágulo es un grupo de células y proteínas en la sangre que ayuda a disminuir el sangrado de las heridas. Por lo general, se disuelve a medida que sana la herida. Pero si no lo hace, o si se forma cuando no es necesario, puede obstruir o bloquear completamente un vaso sanguíneo.
Un coágulo inesperado puede provocar problemas graves e incluso la muerte. En una arteria, puede provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Si ocurre en una vena, puede sentir dolor e hinchazón. Un coágulo en el interior de su cuerpo se llama trombosis venosa profunda (TVP). Uno en sus pulmones es una embolia pulmonar (EP). Ambos son emergencias médicas.
Un coágulo de sangre se puede formar si se rompe un hueso o se tira mal de un músculo. Pero a veces puede no saber por qué se presenta o incluso darse cuenta de que tiene uno. Sin embargo, hay pistas. Sus probabilidades de tener un coágulo son más altas si usted:
- Se está recuperando de una cirugía o tuvo que sentarse durante muchas horas en un vuelo o en una silla de ruedas.
- Tiene sobrepeso u obesidad
- Tiene diabetes o colesterol alto.
- Son mayores de 60 años
1. HINCHAZÓN
Cuando un coágulo disminuye o detiene el flujo de sangre, puede acumularse en el vaso y hacer que se hinche. Si ocurre en la parte inferior de la pierna o la pantorrilla, a menudo es un signo de TVP. Pero también puede tener un coágulo en los brazos o el vientre. Incluso después de que desaparece, una de cada tres personas todavía tiene hinchazón y, a veces, dolor y llagas por daños en los vasos sanguíneos.
2. COLOR DE LA PIEL
Si un coágulo obstruye las venas de sus brazos o piernas, pueden verse azuladas o rojizas. Su piel también puede permanecer descolorida por el daño a los vasos sanguíneos después. Una EP en su pulmón puede hacer que su piel se ponga pálida, azulada y húmeda.
3. DOLOR
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